viernes, 9 de mayo de 2008

My Little Dead Dick (MLDD)


Leo en El País la historia de estos dos chavales que se conocieron en internet, se enamoraron e iniciaron un idilio que retrataron en fotografías. Esto es amor. Veo las fotos y deseo volver a ser ellos por un momento, y me acuerdo de tantas habitaciones de hoteles, de lo emocionante que era estar en ellas cuando éramos novios y sólo de vez en cuando teníamos lo justo para poder dormir en un hotel. Y me acuerdo de una habitación en Diyarbakir, en que cada pata de la cama estaba metida en un cubo oxidado y lleno de agua, para que se ahogaran allí las cucarachas que trataban de trepar a nuestro lecho, y que emergían en procesión desde el agujero en el suelo de cemento del baño, que hacía las veces de retrete y de desagüe de la ducha. Entonces nos bastaba con tenernos el uno al otro, y con la embriaguez que produce la sensación de distancia y el saber que nadie habla tu idioma en aquel lugar, excepto la única persona con la que deseas estar, y en ese preciso momento, a pesar de las cucarachas, ese era el hogar que aún no teníamos y no nos hacía falta nada más que esa distancia de todo, el lugar donde tumbarse, cuatro paredes alrededor, y el mundo quedaba fuera, para los demás.

3 comentarios:

Javi Chan dijo...

Gran idea la de los cubos de agua para evitar a las cucarachas. Aunque no quisiera ser el empleado del hotel encargado de vaciarlos (¿o era self service?)

Estos turcos son unos mañosos. Bueno, unos otomañosos.

Daniel S dijo...

Muy bien, pero esperaba que esos momentos pertenecieran sólo a nosotros, y no los compartieras con el mundo!!

Oish, qué hombre este!
:-P

el escríba dijo...

...Cuando nos hacen sentir completos ,el desvencijamiento mas desastroso puede parecer romántico,idílico,onírico de ensueño.....siempre agradecido a esos momentos y buen recuerdo de la compañía. ..es un placer conoceros por este medio,,